El seguro a “todo riesgo” del vehículo no lo cubre todo. Verdades y mentiras.
El otro día me levanté por la mañana y vi mi vehículo con los retrovisores rotos. Por la noche unos gamberros me los rompieron y me los dejaron colgando. Fui a la policía a denunciar el caso, y posteriormente di parte al seguro. Resulta que, aun teniendo el vehículo a todo riesgo, la compañía de seguros no me pagó los daños porque se trataba de unos actos vandálicos.